Finalmente, llega un punto en que algunos de nuestros compradores son más jóvenes que nuestros primeros proyectos.
Los que terminamos a principios de los ochenta.
Eso tiene que significar algo.
Con toda humildad, significa que no nos equivocamos: que nuestra determinación de construir obras de calidad, como las que toda familia necesita
para crecer y desarrollarse, está brindando sus frutos.
UN PROYECTO DE INMOBILIARIA CONCRETA